jueves, 3 de marzo de 2011

Desempleo, datos nacionales y personales

Estos son los datos nacionales:

Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, la cifra de desempleados en España prácticamente alcanza ya los 4.300.000 desempleados (según información de Telemadrid, en esta cifra no están incluidos los demandantes de empleo que reciben cursos de formación ni los que tienen disponibilidad limitada, si los incluyéramos rozarían los 4.800.000). Los cotizantes a la Seguridad Social, es decir, empleados en un empleo legal, son 17.300.000 personas. La tasa de paro se acerca al 20%.



Estos son los datos personales:

Acabo de cumplir treinta años, y de mis amigas del colegio, de mi misma edad, cuatro estamos trabajando (una de ellas como autónoma) y tres están en paro.
Tengo otro grupo de amigos, un poco más jóvenes, que tienen más o menos veintiséis años. De ellos tres están trabajando (con trabajos temporales dos de ellos, y el tercero en unas condiciones pésimas) y cuatro están en paro (uno continúa estudiando).
De las personas que me rodean y no tienen trabajo, prácticamente todos tienen estudios universitarios, y hace al menos tres años que terminaron de estudiar. Como es lógico están hartos, y preocupados.



Hace dos días, en la reunión sobre los resultados del año pasado de mi empresa, el director de recursos humanos, en una lectura más que parcial de la última encuesta a los empleados, señalaba la supuesta incoherencia de un dato en que los empleados afirmábamos sentirnos poco reconocidos, y con pocas posibilidades de progresar laboralmente; pero contestábamos que sí, dentro de tres años nos veíamos trabajando en esta misma empresa. Opinaba, con cierto enfado, que la respuesta era contradictoria, y que si no queríamos irnos sería que la empresa no estaba tan mal, sino todo lo contrario. Por supuesto que no está tan mal, de hecho es un buen lugar para trabajar, pero si nadie se ve cambiando de empleo es más bien porque no hay opciones en el mercado, y hay que ser muy valiente, o muy inconsciente para renunciar a un contrato indefinido a día de hoy.




Conclusión: los que no tienen trabajo desesperan, los que lo tienen querrían atornillarse a la silla, renunciando así a cualquier posibilidad de mejora o cambio.
Disminuye nuestra calidad de vida.
No conozco la solución, pero me preocupa, como a todos.




Y seguimos sin quejarnos.

Más información al respecto:



Las imágenes para alegrar un poco el asunto, son del anime y manga El dulce hogar de Chi, podéis encontrarlas en:


http://miarchivodeanimacion.blogspot.com/2011/01/el-dulce-hogar-de-chi.html#more

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